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(Revista Electricidad) (La Tercera-Pulso) US$ 379 millones se han recaudado por el cobro este tipo de gravamen en pro del medio ambiente desde su implementación en 2017. Sin embargo, la iniciativa tiene como objetivo que las empresas incorporen tecnologías o cambios en sus procesos productivos que disminuyan su contaminación, efecto que hasta la fecha no se percibe de cara a la próxima medición.
Falta de tecnología accesible para que las principales empresas contaminantes reduzcan sus emisiones, pocas señales de cambios en los procesos productivos que afectan al medioambiente y la precisión en la medición de las fuentes de CO2 y otros gases perjudiciales, marcan el trabajo en que hoy se encuentra la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) para establecer cuánto debe pagar cada empresa que contamina por medio de sus turbinas y calderas por medio los impuestos verdes.