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(El Periódico de la Energía) El escenario de los próximos años para el sector de las renovables se presenta muy estimulante, según el último informe sobre su impacto en España de APPA Renovables. Aunque todas las papeletas señalan que los más de 8.000 MW ganadores de las subastas de 2016 y 2017 no van a estar listos para la fecha prevista (2020), lo que es seguro es que a lo largo de la próxima década se pretende superar, y con creces, esa cifra.
Eso es lo que también se prevé en el borrador del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC). Para 2030, la potencia total deberá ser de 157 GW, (de los cuales 50 GW eólicos y 37 GW fotovoltaicos), lo que significa que cada año se deberían instalar 6,6 GW de renovables al año de manera mantenida a lo largo de diez años, un ritmo muy ambicioso que tiene algunas sombras.
La más conocida es el ‘efecto caníbal‘ de los precios en el mercado mayorista, es decir, que cuanto más electricidad generada con renovables participa en el pool más cae el precio de la energía. O dicho de otro modo, cuanto más producen menos cobran. Si no se toman las medidas adecuadas, este efecto podría acabar con el interés de los inversores a continuar con la instalación de nueva potencia renovable.