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(El Periódico de la Energía) El cambio a vehículos eléctricos podría ahorrarle miles de millones de euros a los Estados miembros de la UE, pero solo si los gobiernos hacen espacio para la “carga inteligente” y Europa aprovecha el potencial del reciclaje. Estas son las conclusiones de un informe encargado por Transport & Environment (T&E) y realizado por la consultora británica Element Energy, y constituyen la última de una serie de llamadas a Europa para que aproveche al máximo la revolución de los vehículos eléctricos.
La necesidad de descarbonizar el transporte por carretera ha creado un enorme potencial para los vehículos eléctricos, cuya adopción está creciendo, pero aún muy lentamente. T&E hace tiempo que advierte que los beneficios ambientales solo se obtendrán si la electricidad utilizada no es fósil y si se invierte suficiente dinero en las instalaciones de reciclaje de baterías para maximizar el uso que se hace de las materias primas.
Este nuevo informe, Batteries on Wheels, concluye que la capacidad de cargar vehículos en los momentos de mayor suministro de electricidad y la expansión de las instalaciones de reciclaje de baterías de ion-litio son los dos factores que determinarán si Europa aprovecha al máximo la electrificación del transporte por carretera. Si se puede construir una carga inteligente, algunos países podrían ahorrar más de 1.000 millones de euros al año, según el análisis de las redes eléctricas nacionales en Francia, Italia, España y el Reino Unido.