809597045

(La Prensa Gráfica) Los cambios más profundos serían en la producción de alimentos de origen animal y la energía fósil. Se perderían 7.5 millones de empleos, pero se crearían 22.5 millones.
La transición hacia una economía libre de carbono es una meta que parece estar llena de obstáculos. Requiere de transformaciones profundas que, en la práctica, pueden significar empleos perdidos en sectores que ya no serían viables. Sin embargo, un estudio revela que en América Latina las oportunidades que se crearían podrían compensar ampliamente las pérdidas.
En el caso de la región esto implicaría eliminar gradualmente la generación de electricidad a partir de combustibles fósiles y sustituirla por fuentes libres de carbono, como la energía eólica y solar, además del uso de vehículos eléctricos, mejorar el transporte público y apostar por el transporte no motorizado.