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(El Periódico de la Energía) Las comunidades energéticas locales quieren tener un papel cada vez más protagonista en el futuro modelo energético. Pese a que aún no está reconocida esta figura por la normativa española, la cooperativa eléctrica Enercoop, con más de 100 años de vida a sus espaldas, se ha convertido en la avanzadilla de esta revolución energética con la puesta en marcha de la primera comunidad energética local del país en Crevillente (Alicante), una población de unos 30.000 habitantes de los que el 98% son sus clientes.
En colaboración con su municipio, con el apoyo de la Generalitat Valenciana y el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), acaban de lanzar COMPTEM (Comunidad Para la Transición Energética Municipal), un proyecto en el que pretenden desarrollar el autoconsumo «inspirándonos en las redes celulares de la telefonía móvil, lo llamamos tecnología celular», explica a este diario Joaquín Mas, su director general, «consiste en instalar paneles fotovoltaicos principalmente en las cubiertas de los edificios públicos del municipio (pero también en bloques de comunidades de vecinos) bajo el esquema de círculos de 500 metros de radio para que puedan cumplir con la normativa del autoconsumo compartido«.
El objetivo con un horizonte 2030 es que se instalen hasta 5 MW en el entorno urbano de Crevillent, entre instalaciones de autoconsumo y plantas fotovoltaicas de titularidad de la cooperativa, para que se cubran las necesidades energéticas de la población con generación renovable «hasta donde razonablemente podamos, y complementar con la electricidad que generen otras renovables, como con nuestras centrales hidráulicas o con nuestra planta solar de 13 MW», añade.