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(Revista Electricidad) Los expertos dicen que en 20 años, toda la energía eléctrica que consume el país podría provenir de estas fuentes limpias y que, incluso, podría convertirse en exportador del recurso para la región. No obstante, se requiere sortear una serie de desafíos.
La energía que provienen del viento y del sol -principalmente- ya no se proyecta solo como una solución a mediano plazo para la producción de electricidad libre de emisiones. Ya son una realidad.
De hecho, Chile se había colocado la meta de llegar al año 2025 con una capacidad de generación instalada en las plantas de energías renovables no convencionales (ERNC), equivalente al 20% de la matriz energética del país. Pero esa meta se cumplió con creces seis años antes.