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(EconoJournal) El costo monómico trepó en junio hasta los US$85 por MWh generado, cuando en junio de 2020 había sido de US$64. La sequía provocó inconvenientes en la generación más barata como la hidroeléctrica y el sistema incorporó combustibles más caros. Lo que paga el usuario solo cubre el 29% del costo.
Por la sequía en la cuenca del Paraná, el encarecimiento del precio del petróleo, los conflictos sindicales en Neuquén y la demora en la implementación del Plan Gas Ar, el precio de la energía eléctrica aumentó considerablemente en junio en términos interanuales. El costo monómico trepó el mes pasado hasta los 85 dólares por MWh generado, casi un 35% más que en el mismo mes de 2020. En plena cuarentena estricta por la pandemia, en junio de 2020 el costo monómico se había ubicado en 64 dólares por MWh generado. Los datos surgen de información de Cammesa, la compañía que administra el mercado eléctrico mayorista. En los hechos, este incremento en el costo de la energía incide de manera directa en un aumento en los subsidios energéticos del Estado, que este año superarán los US$8500 millones.