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(El Espectador) Después de un intento sin éxito, el Gobierno prepara una nueva subasta de energías renovables para octubre de este año. Ofrecer energía por bloques, según la hora del día, entre las posibilidades para atraer empresas participantes.
La administración de Iván Duque vuelve a tirar los dados en una subasta eléctrica, programada para octubre de este año, que busca fortalecer las bases de un mercado de energías limpias, que se expanden por el mundo apurando el ritmo ante los efectos del cambio climático.
Con la participación de un número importante de generadores de energías renovables no tradicionales, el mercado mayorista sería más fuerte y podría presentarse una presión a la baja en el precio de la electricidad ante los bajos costos de operación de las fuentes energéticas no convencionales. En los últimos años la cotización de la energía en bolsa ha estado siempre al alza.
Para antes de 2022, el propósito del Gobierno es pasar de 50 MW (que necesita una ciudad como Ibagué) a 1.500 MW (que requieren Medellín y Cali juntas), de capacidad instalada en fuentes no convencionales de energías renovables. Es decir, se pasaría de menos del 1 % en la matriz energética colombiana a alcanzar el 6 % de fuentes renovables alternativas con energía solar, eólica o biomasa, principalmente.