809597045

(La Prensa Gráfica) Las baterías se han vuelto más accesibles al punto que se pueden utilizar a gran escala. En El Salvador la regulación aún no contempla la posibilidad, pero el tema está cobrando fuerza.
El almacenamiento de energía podría ser la clave para tener un sistema “más robusto”, según representantes de empresas del sector, quienes agregan que esto aceleraría la penetración de la generación con recursos renovables no convencionales, como el solar, también llamada energía renovable variable (ERV), que desde inicios de la década ha ido creciendo su participación en la matriz salvadoreña.
Para 2020 se espera que de inicio la operación de centrales de generación: de energía renovable variable eólica con una capacidad de 50 megavatios (MW), solar con una capacidad de 126 MW y biogás con una capacidad de 1.55 MW, además los sistemas de generación instalados por usuarios finales. Esto significa que el país debe incorporar más flexibilidad a su sistema eléctrico, de acuerdo al Consejo Nacional de Energía (CNE).