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(El Comercio) La Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec EP) puso en marcha un plan ante una eventual suspensión de operaciones de la hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair, debido al avance de la erosión en el río Coca.
El viernes pasado, la erosión ya se encontraba a 8,9 kilómetros de las obras de captación de la central. De ser afectada esta infraestructura, se imposibilitaría el desvío de agua a la tubería y a las turbinas para la generación eléctrica, y Coca-Codo saldría de operación.
Con 1 500 megavatios (MW)de potencia, esta central es la más grande y costosa del país. En el 2020 aportó, por sí sola, el 25% de la energía que demandó el país (ver gráfico).
Actualmente, Ecuador tiene una potencia instalada de 8 100 MW, de los cuales 5 310 son de centrales hidroeléctricas y el resto de térmica y otras.
En cambio, la demanda del país es de solo 4 051 MW.
En principio, ese excedente de energía hídrica permitiría cubrir una eventual salida de Coca-Codo, considerando que la central no ha producido nunca a un 100%. Pero el país se quedaría con menos reservas de energía renovable.